colombia y la grieta latinoamericana

cartagena baru playa




(escrito durante los últimos diez días)



belen,

esta vez fui yo la que dejé de contestarte por un tiempo. perdón, vengo con unos días de muchos nervios (ya pasé zarpullido, náuseas e insomio). me vino bien venir dos días antes al festival. bajar, que es lo que más cuesta. me encontré con mariana, otra escritora, y pudimos ir a una playa cercana y descansar. y acostumbrarnos a esto que pasa acá. también lo hice después, finalizadas las actividades, me quedé dos días más en Bogotá, repitiéndome “bajar es lo peor”.

la libreta me vino genial. me la traje a Colombia y la estoy usando de diario y anotador de charlas y datos varios. así que se mezcla mucho el día a día con datos random. anoche, durante una reunión, me enteré por ejemplo que a la licencia por paternidad en colombia, hasta hace poco, se la llamaba "calamidad doméstica". al lado anoté el mail de un escritor que es además violinista. debajo, con letra apurada, el nombre de un libro que me recomendaron, y así.

el viaje estuvo bien: conocí en persona a muchos escritores que admiraba, y a otros, que también conocí, y que empecé a admirar ahí. también a desadmirar, como una señora flaquísima a la que me acerqué de madrugada en una fiesta. me despreció en el más concreto sentido de la palabra y me dejó con la palabra en la boca mientras iba a buscar a uno de los chicos que se abanicaba en la barra con un cartón florido.

otra cosa, que noté con satisfacción, fue la enorme grieta que nos distinguía, aún siendo escritores, aún latinoamericanos. aún menores de 39. la grieta es universal, me repetía en aquel escenario en el que un compañero, férreo antichavista, venezolano exiliado, organizaba algunas palabras contra el régimen de maduro que el auditorio aplaudía de pie. también lo noté con cierto compañero argentino, ¿macrista?, que, según me contaron, ensayó una lectura de su libro relaborando el concepto de desaparecido como “mito”. no parece suficiente desmarcarse, en todo caso. hay que meter la pierna, y sacarle la pelota pronto, antes que descuenten en el resultado final.

felizmente también estaban los otros.

Colombia bella: Cartagena horriblemente húmeda, el sol partiendo el día en dos, y la noche como una manta fresca que entraba al cuerpo. Bogotá enorme, descromatizada, hundida y fría. extrañé mucho, todo. mi vieja por wasap me pedía que no me quejara, que estaba haciendo hermoso –y yo, de acuerdo- pero no alcanzaba. en el aeropuerto, a modo de resumen, hice la siguiente lista:

cosas que extraño de Buenos Aires: el mate, mi barrio a la mañana, dormir abrazada a Nahuel. los amigos. charly garcía. el peronismo. los atardeceres después de las siete, las plantas en el balcón. el cedrón. tropezarme con todo en el departamento. Almagro de noche y en verano. caminar descalza.

cosas que voy a extrañar de Colombia: las arepas, el sol tibio de Bogotá. los (des)encuentros maravillosos. la brisa de la noche cartagenera debajo de la pollera. la fruta. las fiestas. el alcohol bueno, el desayuno de hotel. mis colegas escritoras. las amistades sembradas. Claudia. el recuerdo de haber sido feliz.


cartagena calle


sobre lo de Fernando, no tengo mucho más que decir que lo que te dije personalmente. y repetirte, no tenés nada de malo. vas a encontrar otros (muchos) hombres que quieran salir con vos si decidis separarte. y si, es aburrido eso de salir en cita a esta edad, pero siempre deja buena anécdota (yo tengo varias, si te consuela y querés, te las cuento). eso de cortar falos me parece espantoso, perdón por tu amigo. no es nada malo, en todo caso. estar sin un hombre no es estar sola. vas a estar con amigos, con parientes, con compañeros de laburo. estar por toda la eternidad con alguien que no querés estar es una condena. repetir la palabra "sola" es una forma de justificarlo. el cariño y la presencia de una madre no la va a reemplazar ningún tipo. ninguno. son roles distintos. roma pudo caer, sí, pero también hay parejas que no caen. no hay que conformarse, nunca, con nadie ni con nada. la vida es corta, cortísima, y vos lo sabés muy bien.


por último, parece que nos va muy bien con el blog. un muchacho chileno me habló de él. parece que lo leía sin saber quién lo escribía. fantaseaba, además, con que no nos conocíamos, y creo que le dije que no, que no nos conocíamos, para no romper su ilusión.

te abrazo, ya en argentina.


lu


PD: fue lindo verte de nuevo, conocer tu casa y el patio enorme (¡el limonero!).
PD2: otra foto para nuestro blog, del museo botero:



cotero colombia


















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