voy


23 de diciembre del 2017, 9:14 pm.

lu,

estuve mirando eso que me pasaste de las cartas, pero te digo la verdad, miré muy por arriba porque me pareció un embole. me dio la sensación de dos pibas queriendo demostrar cuanto saben y no encuentro nada entretenido allí.

yo igual no se mucho sobre nada, y lo que sé seguramente no me lo acuerdo. soy la persona con la peor memoria del mundo. eso, por un lado. por el otro, soy pésima ubicándome en tiempo y espacio. doy una vuelta a la manzana y me pierdo. y de hecho, tengo que hacer un esfuerzo para recordar si el siglo XIX comienza en 1800 o el 1900. incluso todavía tengo dudas de si lu es diminutivo de lucrecia, luciana, ludmila, lucía o luisina. lucrecia suena a nombre de gente importante, ¿verdad?.



te preguntarás entonces por qué carajo elegí estudiar historia, carrera para la cual todas estas cuestiones son fundamentales. yo también me lo pregunto, en realidad. es un misterio.

me quedé pensando como podría llamarse esto. lo único que se me ocurrió fue ¨cartas entre dos desconocidas¨, pero me suena un tanto pelotudo, no se que pensarás vos. seguro se te ocurre algo mejor.

yo te escribo desde rojas, un pueblo de la ciudad de buenos aires. al parecer es el lugar con las tierras ¨más fértiles¨ de la pampa húmeda y, por lo tanto, nos rodea la soja (y los garcas, calculo, también). estuve caminando un rato por acá, pero al parecer cumple a la perfección la definición de ¨pueblo¨. pasé por el centro y me encontré con la iglesia que es bastante bonita. la gente es amable (los nativos nos recibieron con generosidad) pero me pone de mal humor la imposibilidad de conectarme a internet. después de deambular todo el día conseguí una clave de wi fi asique ya estoy mas calma.

ayer, cuando volvía de ostende, me pasó algo bastante flashero. onda, el tipo de la combi bajó a comer y el cielo estaba super encapotado, los rayos surcaban el horizonte (usar surcar es como usar lecho, ¿no?) y se olía la lluvia. estaba húmedo y pesado y yo odiaba mi vida como es mi costumbre. tenía hambre, estaba lejos de casa y encima el chofer no parecía estar muy apurado. empecé a caminar mirando el cielo y de pronto me choqué una piedra enorme y casi me voy al piso. cuando miré, la piedra no estaba. un pibe que tenía al lado me señala al costado: me había chocado un sapo enorme. se ve que mi cara de horror le resultó graciosa, y me dijo: - está lleno, nunca vi algo así.
miré a mi alrededor y no te miento, había mas de 40 sapos en la vereda, saltando y chocándose entre si. me dio la sensación del fin del mundo y me acordé de la pelicula magnolia. creo que es esa la del final de los sapos. impresionante, realmente. no tenía el celular a mano y no pude sacar una foto, pero la imagen de los sapos a la vera de la ruta con los rayos en el cielo fue una de las imágenes mas interesantes que vi en mucho tiempo. lástima que no pude retratarlo para instagram, dónde figura todo lo que realmente importa.

me quedé pensando también en el tema del blog, y me gustaría. yo en realidad nunca fui ducha para la tecnología (ducha es re de señora, lo se) y el blog que tenía adolecía de tener una estética horriblemente grasa, aunque la gente bien gusta de llamarla kitsch. igual debo de confesarte que siempre fui un toque grasa, decí que tengo mucha verguenza ajena, pero siempre me entusiasmaron los brillos. ¿vos que tal estás para armar una plataforma de ese estilo?. en una época cuando abrías mi ex blog te saltaba el tema de gloria trevi, ese de ¨y me solté el cabello y me vestí de reina¨. lo saqué por las múltiples quejas de mis lectores pero me parecía lo mejor de la página. un poco me dolió.

las cartas siempre fueron muy importantes para mi. no sólo me escribía mi abuela inés, la malvada, aunque si era la que tenía mas regularidad. también lo hacían (mientras estuve en madryn y cursé mi primario y secundario), dorita (mi otra abuela) y laura, mi tía. aunque ellas no tenían tanta mano epistolar. después, durante un tiempo, me escribí con mi mejor amiga de la infancia un par de veces, julia (la que luego me despidió de ser amiga, ya te contaré), e incluso llegué a participar de esas cartas de amigos epistolares que no se conocen. me acuerdo que me escribía con una chica de zapala que era un embole, pobre.

mi papá también me escribía cartas, pero para momentos que él consideraba trascendentes. mis 15 por ejemplo. también me escribió a mis 18 y, creo, cuando me recibí. siempre tuve una relación compleja con él, pero que quisiera escribirme me generaba un toque de ternura. me causaba un poco de gracia su estilo solemne ¨hija mia, tu sabrás que....¨

igualmente hay seis cartas que atesoro con el alma. en realidad son 8. son cartas escritas por mi vieja. dos de ellas me las escribió cuando yo era muy chica. una creo que fue cuando yo iba al jardín, estabamos viviendo en caba (mi tía estaba muy enferma y ella se mudó conmigo para cuidarla) y al parecer yo me había ido a visitar a mi padre a madryn. me escribió una carta hermosa toda dibujada, para que yo la leyera con mi papá, con todas las dificultades que tenía con el dibujo. la terminaba con un arcoiris pintado con lápices de colores. es bellísima y cada vez que la leo, lloro.

la otra es posterior, calculo que fue cuando se fue a caba también, a mis 8 años, cuando se tuvo que operar por un cáncer de mama. a ninguna le puso fecha, asique puedo estar diciendote pavadas.

las otras 6 son de cuando me vine a estudiar a capital, a mis 18. ella se había quedado en madryn y me escribía siempre que podía. son cartas hermosas dónde me dice lo orgullosa que estaba de mi por ser yo. te parecerá una pavada, pero mi mamá era una mujer de muy pocas palabras y menos halagos. se ve que solo podía decirlos de puño y letra. me dejó de escribir cuando se enteró del diagnóstico de cancer de colon y se vino a vivir conmigo de urgencia.

lo más preciado que tengo son esas 8 cartas dónde mi mamá me habla.

calculo que por eso las cartas son tan importantes para mi. siempre fueron el modo que tuvo mi familia para decir te quiero.

en fin, perdón si me puse goma con todo esto.

tengo que terminar ahora porque me están rompiendo las bolas y preguntandome que pasa y odio tener que explicar.

te dejo un beso grande,

bel.

pd. sabés que me quedé pensando y me acordé de que cuando murió inés, mi abuela, el hermano de mi mamá, mi tío oscar, encontró todas las cartas que yo le había mandado y que estaban guardadas en una caja. me preguntó si las quería, y yo le dije que no. me acuerdo que me insistió (son cosas tuyas, me dijo, ¿por qué no?, llevalas para tenerlas, para leerlas). y yo le volví a decir que no, super segura. ahora que lo pienso, no se por qué hice lo que hice. tengo guardadas todas las cartas de mi abuela. y además, hubiese sido una forma de leerme entre mis 8 y mis 11 años. nunca había vuelto a pensar en eso y ahora la verdad me arrepiento. obviamente que habrán ido todas a la basura. no se que habrá sido, si mantener el corte abrupto que tuvo mi intercambio epistolar con mi abuela o si me habrá dado verguenza volver a leerme casi 15 años después. que pelotuda.
rojas pueblo

Comentarios

  1. Rojas, el pueblo de mi papá, abuelos y tíos! �� Que hacías por esos pagos?

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  2. Bueno, todos los pueblos son el comienzo de ciudades, como Madryn. Me alegra leer tu relato, sobre la correspondencia de tu madre. Yo no tengo recuerdo de ello. Hubo o hay personas como tu madre y la mía y tal vez, yo lo sea, que no podemos decir o expresar personalmente, nuestros sentimientos.
    Aprovecho este espacio para hacerlo, y decirte que te quiero mucho!

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    Respuestas
    1. vos no sos de esas, eso seguro.
      siempre lográs estar. calidamente.
      yo te quiero más.

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  3. bienvenidas las cartas ridículas.
    (véase bethania, cartas de amor)
    estaré leyéndolas de a poco.
    abrazo

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ajam ajam