el amor de las mujeres

27 de mayo, hoy es domingo, son las 14.45 hs.

boluda, estuve en esas cervezerías con banquetas altas sin respaldo en dónde los pies no me llegan al piso y ahora se me parte la espalda. ¿esto era la previa a la muerte y nadie me aviso la puta que me recontra pario?

¿por qué estás celosa de mi blog? podemos hacer de este, un gran blog. deberíamos dedicarle mas tiempos y vos, claramente, deberías explayarte en las situaciones que narrás. me dejás con un pedacito nomás (la puntita la puntita) y yo quiero saberlo TODO lu, TODO. se que en tiempos de inmediatez lo largo no garpa, pero debemos encontrar el justo medio (el equilibrio, hace años que hablo con inés del equilibrio, un sinsentido para la vida de una intensa, imaginate).

me parece que en este mundo lo que garpa es el éxito, al fin y al cabo esto es el capitalismo, ¿no?, pero que, como todo, siempre llama la atención cuando alguien te cuenta sus frustraciones y las constantes batallas perdidas contra la vida y uno mismo. debe ser una especie de bálsamo en este mundo hiper competitivo saber que hay otros que la pasan como el orto y que uno no es el único que está en esa, aunque muestre hacia afuera solo los brillos.

solo vi un par de capítulos de sex and the city (no tenía tele de chica, no se si te conté, mis padres eran la progresía pobre total), girls si la ví y me pareció horrible. odié a la protagonista, odio demasiado a la gente que se ama. las primeras temporadas zafan pero las últimas, por favor. solo recuerdo con simpatía ese capítulo en dónde una de las pibas - la perfecta estructurada, no se los nombres - quiere arreglar esa relación con las amigas y planifica un día en una casa en la playa para pasarlo juntas y sanar las heridas y no se que concha y la protagonista obesa invita a un grupo de pibes cualquiera y le caga los planes. me sentí un poco representada en la frustración de la obse en sus intentos desesperados porque la realidad sea un poco (al menos un poco) parecida a todo aquello que se había imaginado. pero, la verdad, me parece patética la imagen que esa serie muestra sobre la amistad entre mujeres.

los filtros nazis están tan nazis que tuve escaso éxito en el mundo masculino. pensaba que qué loco esto de tener tanta data del otro sin conocerlo y si no nos juega un tanto en contra. signo, fotos, gustos, hasta conocemos la voz antes de vernos. más como soy yo, que quiero saber todo. pensar que el otro no es mas que una grilla de datos cuando en realidad creo que es una combinación de todo eso que hay que ver en movimiento, ¿no?. la cosa es que me la secan antes de salir, siempre encuentro un defecto. si no es la voz es que no me entendió un chiste o que es de aries como mi papá o que se llama fernando (no puedo salir con más fernandos en mi vida, que todos mis novios se hayan llamado igual debe ser una especie de patología psicológica no diagnosticada). la solución sería salir al mundo y hablar con desconocidos, pero no puedo explicarte el terror que implica para mi hablar con otros que desconozco (bueno, cuando vos y yo nos conocimos en ostende fue algo así). no se como se inicia una conversación con un extraño, ni se continuarla tampoco, despliego niveles increíbles de antipatía a todo flaco que se acerca a interaccionar conmigo inmediatamente. me parece un tanto increíble el nivel de taras sociales que manejo en general y siento que voy a tener que iniciar un nuevo blog contando cómo volví a ser virgen. belén retornando a la virginidad podría llamarse.

quiero que me cuentes algo que nunca le contaste a nadie en tu próxima carta. algo que te haya cambiado completamente pero que inexplicablemente nunca lo pudiste sacar.
algo que estuve reprimiendo hasta hace unos días que recordé en un sueño fue que en una de las últimas discusiones con fernando III él se me tiró encima y me agarró del cuello. no me apretó ni mucho menos pero fue tal mi terror de sentirlo tan encima mío, con tanta violencia que lo empujé desesperada y trastabilló y se cayó al piso. nos recuerdo inmóviles y empezar a llorar ambos. qué el me dijese que era mi culpa porque yo lo volvía loco con las discusiones y que yo le gritara que se hiciera alguna vez cargo de algo. y pensaba que que tanto tenés que hacerle mal al otro para que salga algo tan horrible y se te muestre así, implacable. que que nos lleva a tensar tanto las relaciones, a empujarlas a los últimos límites para que todo estalle en mil pedazos y que los restos sean tan mínimos que realmente sea irreconstruible. es cierto que todo se rompe, pero hay gente que se da cuenta enseguida y hay gente como yo que tiene que hacerlo mierda para constatarlo. romper todo, destruir, que no quede nada de él, ni de mi, ni de un nosotros. fue ahí que supe que mi relación era irremontable. y no por la violencia con la que ambos nos llegamos a tratar, sino porque me resultó odioso que tuviese responsabilidad en habernos vuelto eso. que yo tenga que ver con que otro ser humano saque lo más horrible que tiene y me lo escupa en la cara, llegar hasta ahí, no poner el limite antes. ¿tiene límites el desamor?

en otro orden de cosas y para cambiar el tono (sabés que la seriedad extrema no es lo mío) estuve mirando el último affarie de la farándula vernácula (apa apa, affarie y vernácula en una misma oración, si que soy culta): la pelea de more con rial. el nivel de intensidad que maneja la more mi amor, me hace sentirme una pichi. sobre todo leía las declaraciones de amor hacia el novio, dónde le ofrece la vida y más, dónde no le importa nada más que él sea feliz y pensaba que qué cagada el amor para las mujeres boluda, que cosa del orto, siempre buscándolo, siempre sufriéndolo, siempre sintiendonos incompletas. y pensaba que muchas veces eso se traslada a los hijos. onda, pensaba en mi mamá. nunca más quiso volver a reconstruir una pareja cuando se divorció, pero trasladó toda esa cosa del amor romántico, de vivir para y por alguien a mi, a su hija. yo antes pensaba que eso era ser buena madre (no tener habitación para que tu hija tuviese un cuarto para ella y dormir en la cocina, suspender su vida para que tu hija pueda vivir la suya, estar muriendote pero ocuparte de todo lo legal para que tu hija no lo tenga que hacer cuando no estés), esos actos de amor hasta la última médula de las fuerzas, dónde suspendes tu dolor, tus necesidades, tu vida por el otro. el traslado del amor romántico de la pareja a los hijos, el decálogo de lo que debe ser una buena madre.

la síntesis es que hagamos lo que hagamos, estamos jodidas. igual pensaba también en los masculinos, ese mundo dónde expresar emociones, sentir, enamorarse y tener miedo está tan mal que los obliga a reprimir todo, eso que explota con violencia e ira, incontrolable. hombres que en principio se agreden y matan entre ellos, mas que a nosotras (también a nosotras, pero en menor nivel, quiero decir). la mayor cantidad de muertos por violencia entre dos personas son hombres. hombres que matan a otros hombres.

bueno, evidentemente no puedo volver a mi registro habitual.
lo intenté con more, pero me empantane de vuelta. estoy de ánimo sombrío.

veamosnos, nena.
loviu.
bel.-

pd. te regalo una estampita de la moria, una santita amiga.

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